jueves, 2 de octubre de 2008

¿Dónde está Izquierda Unida?

Directiva europea que amplia la jornada laboral a 65 horas...

Convergencia Europea que devalúa las titulaciones de grado en favor de los caros e inaccesibles posgrados...

Desaparición de titulaciones universitarias en función de lo que dicta el "mercado", uséase, las grandes empresas y el Banco Santander...

Aumento del paro y la precariedad...

Disminución de la calidad de vida...

¡¡¡¡¡¡CRISIS!!!!!!

En esta situación, un movimiento social y político como es Izquierda Unida debería estar organizando movilizaciones, presionando a los sindicatos para salir juntos a la calle, pegando carteles en las calles, realizando actividades, asumiendo el discurso propio de una oposición de izquierdas frente a un gobierno con claros matices de neoliberalismo... debería estar, en definitiva, haciendo campaña de calle.

Sin embargo, la Izquierda Unida de hoy, secuestrada aún por el pirata LLamazares y sus acólitos, no es la Izquierda Unida de principios de los noventa, no es alternativa a nada, no es solución a nada... ¿porqué? La respuesta es clara, tras años haciendo un claro "seguidismo" al gobierno, la IU de Gaspar no tiene ninguna credibilidad como fuerza de la oposición, sino que apenas parece una organización seria. Cómo iba a ser seria una organización cuyo líder recuerda más al actor que recibe las tartas del payaso en un show cómico, que a un líder político serio, carismático, con fuerza y con propuestas para enfrentarse a los problemas reales.

"Nuestro" líder y sus acólitos (incluso algunos que hoy empiezan a renegar de él), no parecen algo real, son un show constante, son personajes, no de la vida cotidiana, no de la calle, sino del Second Life, del Aparentoynosoynada.com. No hace falta ni hacer de ellos un guiñol, ya que ellos mismos se ridiculizan hasta tal punto, que ya no nos da vergüenza decir "soy comunista" o "soy del PCE", pero sí te da vergüenza decir "soy de IU". Y no porque sea de la izquierda radical, sino porque IU ya no es referente de nada, sólo del desastre, de la invisibilidad, de los despachos y trapicheos por los pocos puestos de poder que quedan en ella.

¿Debemos por tanto liquidarla? La respuesta es clara: no, no y mil veces no. Quien desista que se vaya, pero la izquierda sensata de este país tiene que recuperar la dignidad de la izquierda, recuperar IU como un proyecto político y social en manos de los intereses de la clase trabajadora: Y es que, no lo olvidemos nunca, la clase trabajadora es el eje sobre el que debe girar nuestra política y no las ecochorradas o el conseguir cargos o puestos de poder.

Paco M. Hoyos

1 comentario:

Anónimo dijo...

El marxismo es lo único que permite que exista de verdad una izquierda transformadora. Lo demás, el reformismo, el revisionismo, el izquierdismo, el apoltronamiento,... de nada sirve.

IU...quien sabe, hay muchas esperanzas en Cayo...