Artículo de opinión de Roberto Cilleros Conde*
Ayer se realizó un homenaje que tendría que haberse celebrado hace muchos años. Hace 33 años un grupo de pistoleros de extrema derecha entraron en un despacho de abogados laboralistas situado en la Calle Atocha, con la intención de acabar con la vida de aquellos que estaban entrometidos en la lucha contra la mafia franquista del transporte, pero en lugar de esas personas se encontraron con las primeras ocho personas que habían llegado para celebrar una reunión de los abogados de barrio (cuyo trabajo consistía principalmente en defender a los trabajadores), y a pesar de no ser las personas a las que buscaban, no tuvieron reparo alguno en cogerlos e ir disparando uno a uno, con la clara intención de matar a todos. Pero además de esas ocho personas, se encontraba Serafín Holgado de Antonio, estudiante salmantino de derecho y vecino del barrio Garrido. Cinco de esas nueve personas murieron, entre ellas Serafín Holgado de Antonio. Todos eran comunistas.
Hoy, algo más de 33 años después del fatídico día, nos queda a muchos un sabor agridulce por el homenaje de ayer. ¿Por qué? La cuestión es sencilla. Un homenaje a uno de los abogados muertos en la Matanza de Atocha es sin duda alguna una ocasión para reivindicar su memoria, para recordar quiénes eran a los que ya no se acuerdan, para explicar quiénes eran a los que nunca lo han sabido. Pero el homenaje de ayer, exceptuando las brillantes palabras de Alfonso Holgado y el profesor Alejandro Ruíz-Huerta, no sirvió para eso, sino más bien para todo lo contrario: ocultar quiénes eran los asesinados, quiénes fueron los asesinos y porqué motivos los mataron.
Por esto, hoy urge, ya que la prensa convencional no lo mienta, dejar claro ciertas cosas:
Los asesinaron por ser militantes del Partido Comunista de España (PCE) y de Comisiones Obreras (CCOO), los mataron por defender a los trabajadores.
Los asesinos eran unos pistoleros de extrema derecha, sicarios de la mafia franquista del transporte.
Murieron defendiendo la democracia y la libertad.
Sería una aberración encontrar una noticia de un homenaje a Miguel Angel Blanco y que en ella se obviara que fue asesinado por ETA y por haber sido un activo miembro del Partido Popular en su localidad. Entonces, ¿porqué la prensa oculta quiénes eran los abogados de Atocha y quiénes eran sus asesinos?. Y añado una pregunta más: ¿es lógica la ausencia de representantes del Ayuntamiento en el acto de ayer? Supongo que sí, andarían muy ocupados cambiando el nombre a alguna avenida...
Lo que decía, un homenaje necesario, pero una sensación agridulce.
*ex-coordinador de CEA (Colectivo Estudiantil Alternativo)
y claustral de la Universidad de Salamanca por la Facultad de Ciencias Sociales
2 comentarios:
Magnífico artículo.
Escribo este mensaje desde la biblioteca pública del estado de Málaga, donde no me han podido ayudar, ando buscando información acerca de la "Mafia franquista del trasporte"
¿Podría darme alguna referencia para seguir con mi investigación? Gracias de antemano. ¡Un saludo!
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